Empresarias y ejecutivas han sido
determinantes para lograr la equidad de género y romper las barreras del
prejuicio.
Desde siempre la sociedad se ha
sustentado en la división de labores entre hombres y mujeres, debido a que, por
su condición biológica, el sexo femenino está capacitado para contener en su
vientre la vida de una persona. Esta situación hace que recaiga sobre ellas la
tarea de cuidar a los hijos y mantener el hogar, impidiéndoles el ejercicio
laboral, mientras que los hombres son los encargados de proporcionar el
sustento familiar.
Los prejuicios psicológicos son
barreras invisibles que impiden a las mujeres el desarrollo profesional y la
obtención de un cargo directivo, ya que éstos suponen largas jornadas de
trabajo y viajes, características que no son compatibles con su condición.
Con el paso del tiempo este
pensamiento ha ido cambiando, aunque aún falta para que se logre en un 100%, ya
que las mujeres actualmente han visto aumentadas las posibilidades de trabajo y
de alcanzar una igualdad con el sexo opuesto en cuanto a salario.
La importancia de los ‘90
Durante los años noventa se
impulsó el liderazgo de la mujer en América Latina, lo que generó más
oportunidades en cuanto a su participación en diferentes aspectos de la
sociedad. Además, fue en este tiempo que se comenzó a tomar en cuenta las
cualidades femeninas y se dio pie a la designación de un número importante de
mujeres para cargos ministeriales a nivel latinoamericano.
En la actualidad
Hoy, el rol de la mujer ha
adquirido más relevancia dentro de sectores importantes como el político,
social, educacional y empresarial. Este liderazgo, que casi siempre estuvo en
manos de los hombres, implica poder y autoridad, conceptos que las mujeres han
sabido desarrollar, claro que sin olvidar que son acciones que también
involucran actitudes, sentimientos, valores e intereses.
En cuanto al ámbito político, en
América Latina existen cuatro mujeres que son referentes de liderazgo:
-Cristina Fernández, presidenta
de Argentina. Fue reelegida para un segundo mandato, alcanzando el mayor porcentaje
de votación desde 1983.
-Dilma Rousseff, presidenta de
Brasil y ex ministra de Energía del gobierno anterior. Es la primera mujer al
mando de un gobierno de ese país.
-Laura Chinchilla, presidenta de
Costa Rica. Desde que asumió, el PIB de ese país se ha incrementado en un 4,2%.
-Michelle Bachelet, Directora
Ejecutiva de ONU Mujer y ex presidenta de Chile. En la Cumbre Mundial de
Mujeres Líderes, realizada en San Petersburgo el 17 de noviembre de 2011,
Bachelet se refirió a este tema señalando que “debemos apoyar el aumento de
mujeres líderes tanto en el sector público como en el privado, para garantizar
programas que creen oportunidades para que las mujeres estén en todas las
esferas”.
De esta manera, el liderazgo
femenino ha sabido posicionarse dentro de una sociedad cambiante, eliminando
las percepciones negativas en cuanto al desempeño laboral y haciendo más
competitivo y capacitado al famoso “sexo débil” para asumir retos que conduzcan
a la toma de decisiones.
Fuente: altonivel