martes, 25 de mayo de 2010
Google TV
lunes, 24 de mayo de 2010
¿ERES LÍDER O SÓLO JEFE?
viernes, 21 de mayo de 2010
¿Por qué usar Facebook en los negocios?
miércoles, 19 de mayo de 2010
¿Cuál es la empresa más grande de América latina?
martes, 18 de mayo de 2010
Actitudes extremas frente a los textos.
martes, 11 de mayo de 2010
Lenguaje Corporal Para Gerentes: 5 Aspectos Claves
lunes, 10 de mayo de 2010
Cómo educar a los hijos para que tengan éxito en la vida: un cuento revelador.
Se juntó con una pandilla de animales malos y terminó en un centro de rehabilitación para animales delincuentes.
Esta simpática historia nos puede parecer irrisoria, sin embargo, encierra una verdad que no podemos negar. Describe de muy buena manera el daño que puede ocasionar una educación genérica que no respeta las fortalezas individuales de cada persona.
Fuente: http://EducacionParaElExito.com
Sentido de pertenencia hacia la empresa: ¿Un valor contradictorio?
Son muchos los valores que se decretan y por ende se definen, los cuales van desde la honestidad y el comportamiento ético, hasta la importancia que han de poseer los accionistas y el talento humano en la empresa.
Pero hay un valor en particular que merece atención y cuidado y, al parecer, es uno de los que más se listan en las empresas que quieren impulsar el compromiso –en el sentido tradicional de la expresión– de su gente. Y se trata del conocido “sentido de pertenencia”.
El “sentido de pertenencia” sugiere, en casi todas sus definiciones, que todo cuanto existe en la empresa le pertenece a todos y por lo tanto deben los empleados sentirse dueños, propietarios y hasta accionistas de la firma donde prestan sus servicios. Esto se hace por una sencilla razón: si los colaboradores sienten a la empresa como suya procurarán lo mejor para ella pues difícilmente se “muerde a la mano que nos da de comer”.
De acuerdo al Dr. Amauri Castillo “El sentido de pertenencia fortalece el sentimiento de que todos somos uno, que es como decir que (…) todos nos pertenecemos mutuamente y por tanto debemos (…) socorrernos mutuamente”; esto cuando aplica a la sociedad.
En lo que respecta a la empresa, puede leerse en el “diccionario de competencias genéricas” de UCH – RRHH, el portal de los estudiantes de RRHH; que el sentido de pertenencia “se refiere a defender y promulgar los intereses de las organizaciones donde se labora como si fueran propios”.
Si bien es cierto que cuando se posee algo valioso y se está consciente de ello se le presta mayor atención a su cuidado, se imprime mayor esfuerzo al desarrollo y crecimiento de ese algo y, obviamente, se defiende con interés y valentía, no es menos cierto que para que ello ocurra la posesión debe significar un genuino beneficio para quien la experimenta, pues de lo contrario no se genera tal conexión ni se procura su defensa.
Las empresas que enarbolan el “sentido de pertenencia” como un valor organizacional deben estar conscientes de que, cual un conjunto de acciones, están dividiendo el valor de la empresa en tantas unidades como empleados posea; esto quiere decir que los empleados son accionistas de la empresa y por ende tienen los derechos y los deberes que ello le concede.
Se trata de una lógica sencilla pero determinante: Si la empresa debe ser observada como una pertenencia se debería tener derecho a cambiar las cosas que no se comparten de ella, aquellas cosas que se consideran que alimentan la inequidad y, obviamente, las que interfieren con las expectativas que se poseen de ella.
Y es justo aquí donde ese valor se vuelve contradictorio; según se declara en este valor, los empleados deben sentir los procesos, los objetivos, las funciones y la imagen de la empresa como propios, cumplirlos, alcanzarlos, seguirlas y mostrarlas en todo momento, pero sin que su palabra sea considerara lo suficientemente importante como para modificar lo que se considera medular, pues esta “facultad” no está habilitada dentro de los parámetros del valor que la empresa pregona y es exclusiva de sus dueños o líderes. ¿Tiene esto sentido? Pienso que no.
La verdad es que, bajo la concepción tradicional, la empresa no pertenece a los empleados, pues éstos deben ajustarse a las reglas y reglamentos pre-existentes y seguir la línea que se les ha trazado. No pueden hacer cambios a su antojo, deben respetar el orden jerárquico y por ende están sometidos a la tutela de aquellos a quienes, por derecho, les corresponde dictar y hacer cumplir las normas.
¿Cómo asimilar el sentido de pertenencia cuando hay cosas en la empresa que no le pertenecen?.
Es común observar empresas cuyos estacionamientos amplios y techados solo están dispuestos para su directiva, así como los espacios para reunirse, comer, recibir visitas y, en algunos casos, para descansar y relajarse; espacios que derrochan comodidad y lujo, mientras que los que están dispuestos para los empleados carecen de tales características y beneficios o si lo poseen no alcanzan el mismo nivel de sofisticación. Lo mismo aplica para recompensas, reconocimientos y bonos, solo por citar algunos elementos, los cuales suelen diferenciarse de acuerdo a la jerarquía que se posea y distan mucho en calidad y cantidad entre los que reciben los ejecutivos a los ofrecidos al resto del personal, tendiendo a ser independientes al esfuerzo realizado.
Si la empresa pertenece a todos ¿por qué habría de alimentarse la inequidad? ¿O es que acaso son solo las metas, normas y políticas que deben ser entendidas como propias?.
Obviamente no se pretende con esta reflexión sugerir ni alentar expresiones unilaterales que procuran generar una línea única en todos los que hacen vida en la empresa, expresiones que de manera abrupta y sin sentido desmantelan la estructura de la empresa y le ofrecen la responsabilidad a las bases sin considerar sus competencias ni capacitación, como ocurre en regímenes socialistas o seudo comunistas; mas si se intenta develar una profunda contradicción entre lo que se promueve y se ejecuta en las empresas que contienen dentro de sus valores el mencionado “sentido de pertenencia”.
Si quienes dirigen a las empresas en verdad desean que sus colaboradores las sientan como propias, deben evitar el trato desigual, las amplias y marcadas diferencias y estimular, modelar y valorar la participación constante entre todos los que la integran, dar justo valor al esfuerzo, sin importar donde este se manifieste y generar el mismo bienestar y desarrollo, en base al mérito y a la dedicación, en todas sus áreas por igual. Deben romper los esquemas tradicionales y hacer partícipes tanto de las ganancias como de las inversiones y gastos a su personal, de las decisiones que pueden mantener, sostener y perpetuar el ejercicio de la empresa o bien cambiar el rumbo y propósito de la misma, así y solo así realmente les pertenecerá a todos y les dolerá de la misma manera en que les alimentarán ya sean sus desaciertos o éxitos, respectivamente.
Pero para poder hacer ello debe existir un nivel de tal madurez entre los que componen la empresa que facilite no solo la transferencia de la posesión de la misma, sino la responsabilidad que ello significa.
La empresa no puede pertenecer a todos solo en los aspectos que a la directiva le convenga, pues sería una posesión intermitente que generaría confusión y con ello desapego y desinterés por la misma; es sólo cuestión de ponerse en el lugar de quien experimente tal situación: La empresa le pertenece cuando modela los valores que ella ha decretado y divulgado, pero no cuando se trata de hacer cambios que le afectan de manera directa, ya que en ese caso solo debe acatar la medida y aceptarla.
Es por ello que la declaración del tan importante valor no puede hacerse a la ligera, no puede hacerse si no se entiende la connotación y el alcance del mismo, si en verdad no se está dispuesto a escuchar, dejar participar y respetar no solo la opinión sino el deseo de quienes hacen posible a la empresa.
De lo contrario la tenencia del “sentido de pertenencia” en el listado de los valores de la empresa solo será una declaración hueca, lo que hará de manera inmediata, cuando el común se percate de su contradicción, que se dude de la veracidad de los otros valores que la organización declara y reclama como propios, pues si en verdad ésta no le pertenece más que a quienes la rigen, aún cuando en sus valores expresan que todos deben sentirla como propia, ¿qué quedará para el resto de sus afirmaciones?.
Fuente: Félix Socorro - fsocorroarrobacantv.net
domingo, 9 de mayo de 2010
Los Beneficios del Personal Branding o Desarrollo de Marca Personal.
El concepto de Personal Branding o Marca Personal fue introducido hace relativamente poco tiempo; el famoso especialista Tom Peters lo presentó en su obra “50 claves para hacer de usted una marca”, allá por 1997.
Consiste nada más y nada menos que en convertirnos en nuestra propia marca.
Esta concepción se ubica un paso adelante del Marketing Personal que apunta a saber venderse de la mejor forma.
El Personal Branding es una noción totalmente abarcativa en la que se unen no sólo los conocimientos propios del expertise de cada uno, sino que va más allá y se extiende a quien es la persona, sus valores, habilidades y peculiaridades.
Desarrollar una marca personal no es solamente obtener visibilidad y mostrar solidez profesional, implica conocerse mejor a uno mismo, plantearse metas y objetivos, comprometerse con la mejora continua, desarrollar la propia identidad y mostrar desde ahí una ventaja competitiva.
El profesional que está dispuesto a desarrollar su marca personal comienza por hacerse las preguntas cruciales:
- ¿Quién soy?
- ¿Qué sé hacer?
- ¿Qué es lo que hago mejor?
- ¿Qué tengo para ofrecer?
- ¿Cuáles son mis valores personales?
- ¿Cómo lo comunico?
Este nuevo modelo de profesional de marca registrada exige no solamente ser el mejor en su metier, sino tener claro los objetivos, conocerse, y conocer cómo es percibido por el entorno, qué opinión tiene sobre su valor y confiabilidad como profesional.
Esta estrategia está siendo empleada desde hace una década en importantes empresas como IBM, Warner BROS, Adobe, Bank of America, Microsoft, entre otras.
Cómo Desarrollar un Personal Branding?
Desarrollar un Personal Branding o Marca Personal es un duro trabajo que lleva tiempo; conlleva aplicar principios similares a los que las empresas utilizan para sus productos comerciales al construir una imagen clara e identificable de lo que venden.
La primera vez que una persona contrata a un profesional no conoce su eficacia. El servicio no puede ser mostrado antes de su compra, existe un riesgo que corre el cliente, no puede probar antes de decidir su contratación, no puede ver el resultado antes de su utilización, no sabe si la solución que le ofrece será la mejor para él en ese momento.
Por eso es fundamental que perciba que es este profesional el que va a brindarle la mejor solución para la resolución de su problema, que pueda confiar en su solvencia, eficiencia y reputación.
Justamente por este motivo, se hace imprescindible que el profesional realice una buena estrategia de comunicación, que es el eje central del desarrollo de una marca personal, para que el cliente tome conciencia del valor del servicio que se ofrece y de los beneficios que este traerá aparejado si lo contrata.
Las marcas son relaciones que se construyen entre una oferta y una demanda; cuando la demanda siente que esa marca se identifica con su sistema de valores, la confianza se va gestando junto con la relación profesional/cliente.
Resulta imprescindible una constante intercomunicación personal entre el prestador y cada cliente que es único y diferente, lo cual requiere del profesional adaptación, renovación e innovación.
Beneficio que obtengo al desarrollar mi Marca Personal:
- Distinguirme con una fuerte identidad.
- Generar confiabilidad y prestigio, fundamentales para favorecer la decisión de compra de clientes actuales y potenciales.
- Marcar una diferencia en la prestación de mi Servicio.
Fuente: Adriana Francia-Mujeres de Empresa
viernes, 7 de mayo de 2010
Empleados online: los más rentables.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd-LvWy38djMioFPCwng9hTZ8nR269EtWJv1QHuIvtO84FjTF2730Z2eR6b6J56Kwm652aNLNIp9gmeXINIcf9eapWRjOCljDIq9yxCSXXR1WOvW3aJyz-WGpbtRcJJ15Zz3KcrQzsBqnW/s400/redes_sociales2.jpg)
Éste y otros casos de éxito llamaron la atención de "37 Signals", un suministrador de servicios web que comenzó como agencia de diseño, quienes se pusieron la meta de, precisamente, averiguar cuáles son las empresas online que cuentan entre sus filas con los empleados más "rentables".
Sin embargo y contra lo que todos pensaban, las empresas de tecnología más favorecidas de Internet no estuvieron entre las más famosas. Ni Google, ni Yahoo!, ni Amazon, ni Facebook, se ubicaron en el primer lugar, sino Craigslist, portal español de anuncios, fundado en 1995.
Esta pequeña, pero gran empresa, dedicada a los anuncios clasificados entre particulares, permite publicar anuncios para todo el mundo y de forma gratuita, excepto para las empresas que publican ofertas de empleo.
Según los datos de 37 Signals, su facturación anual total es de unos 100 millones de dólares, cifra que consigue con un equipo de poco más de 30 empleados. En el segundo lugar de la lista se encuentra el gigante Google, que con más de 20 mil empleados facturó casi 24 mil millones de dólares el año pasado.
1. Craigslist: con más de tres millones 330 mil dólares para cada empleado.
2. Google: alcanza sólo un tercio que el líder de la lista, con un millón 190 mil por cada trabajador. En este caso se debe considerar que el número de empleados es muchísimo mayor (20 mil).
3. Amazon: la compañía estadounidense de comercio electrónico estuvo apenas por debajo de Google, con un millón 10 mil por trabajador.
4. Facebook: la comunidad online no logró pasar la barrera del millón de dólares, quedando en la no despreciable suma de 920 mil dólares.
5. eBay: el sitio destinado a la subasta de productos a través de Internet, uno de los pioneros en este tipo de transacciones, llegó a los 530 mil dólares, según los datos entregados por 37 Signals.
6. Yahoo!: alcanzó los 460 mil dólares por empleado.
7. Twitter: la comunidad virtual aparece por debajo de su principal competencia, Facebook, con 142 mil 857 dólares para cada trabajador.
Fuente: Altonivel
martes, 4 de mayo de 2010
¿Por Qué Las Mujeres Son Buenas Para Los Negocios?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhn1fJ4sB-OBMeMm0AOsAuaxXZU96q6EPEPXwSy2dWdgNDOk5fq9KIZPgseXrlqXPNEtZos-9Qro5_Uj3uhftD6f5MZT1hnZ5zwHdUlq66z-ntLWO8xn5UTK8OCcFtQcdqqRO1pb-CAzLTz/s400/mujercompu.jpg)
- Más de la mitad de mujeres propietarias de negocios (53%) enfatiza la intuición , o el uso de la parte “derecha del cerebro” en lugar de la parte “izquierda del cerebro”, la cual se concentra en el análisis de la información en forma metódica y en el desarrollo de procedimientos.
El proceso intuitivo con frecuencia permite detectar oportunidades que no son visibles a primera vista y saber si son correctas sin el uso de la razón y el análisis.
- La forma en la cual las mujeres empresarias toman decisiones es normalmente tomando en cuenta ambas partes del cerebro. Esto permite el uso de la creatividad y del proceso analítico, característica que es necesaria para el manejo de una empresa, especialmente en situaciones inciertas.
- Las mujeres empresarias tienden a reflexionar sobre sus decisiones y sopesar las opciones y los resultados antes de actuar. Además, las mujeres no dudan en reunir información de asesores en negocios y socios. La ventaja aquí es el compartir el conocimiento que es obtenido mediante relaciones interpersonales y contactos.
- Las mujeres empresarias describen sus negocios en términos familiares y ven sus relaciones de negocios como una red de contactos. Este “toque personal” es lo que con frecuencia motiva la productividad de los empleados. Sin embargo, el punto débil es que ellas carecen de políticas y procedimientos que estén claramente establecidas.
- Las mujeres tienen la habilidad de balancear diferentes tareas y prioridades. En los negocios, para uno mismo o para alguien más, la habilidad de ser flexible y adaptable es una ventaja clara en la actualidad, cuando se espera que todos desempeñemos múltiples tareas.
- Las mujeres empresarias tienden a encontrar satisfacción y éxito estableciendo relaciones con clientes y empleados, teniendo control de su propio destino y haciendo algo que consideran valioso. Pasamos la mayor parte de nuestras vidas en nuestro trabajo. Si nuestro trabajo y nuestros valores personales no están en armonía, tarde o temprano entran en conflicto. Las mujeres empresarias han usado este conflicto interno como motivación para crear el estilo de vida que ellas desean.
- Las empresarias en general son más parecidas las unas a las otras que la población trabajadora en general. Comparadas con el general de la población, las empresarias y los empresarios tienden a ser más lógicos y analíticos en la forma que toman decisiones, sin tomar en consideración si son hombres o mujeres.
Fuente: SBA